El Everest perderá entre el 70% y el 99% de sus glaciares en este siglo.
Tras las zonas polares, la cordillera del Himalaya alberga las mayores reservas de hielo del planeta. Y como el Ártico y la Antártida, se está quedando sin glaciares por el cambio climático. Un estudio sobre el impacto del aumento de las temperaturas y la alteración del monzón muestra que los hielos que bajan de las montañas más altas del mundo desaparecerán entre un 70% (escenario optimista) y un 99% (escenario pesimista) para cuando acabe este siglo.
Hasta un tercio del agua dulce del planeta está en el Himalaya. De sus más de 50.000 glaciares beben ríos como el Ganges, Indo, Bramaputra, Yamuna o el Yangtsé. Y de su agua viven más de mil millones de personas. Por eso es vital determinar cómo está afectando el calentamiento global a esta zona del mundo. El análisis de los glaciares de la gran cordillera presenta retos adicionales a los de los polos. Se trata de glaciares más cortos y de menor volumen. Aunque los hay de hasta 620 de altura, la media es apenas de 200 metros. La orografía y la gran altitud son variables también a tener en cuenta. Para complicar las cosas, están los vientos monzónicos que traen la humedad del océano Índico.
“En esta región, el 80% de la precipitación anual se produce durante el monzón, de junio a septiembre, dice el glaciólogo del Centro Internacional para el Desarrollo Integral de las Montañas (ICIMOD), Joseph Shea. “Es también la temporada más cálida del año, en la que los glaciares ganan masa por las nevadas en las altitudes superiores mientras que la pierden por el deshielo en las inferiores”, añade.
Este frágil equilibrio es el que estaría alterando el cambio climático. El investigador del ICIMOD, con sede en Katmandú (Nepal), junto a geógrafos de la Universidad de Utrecht y glaciólogos del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia se fijaron en la cuenca del Dudh Koshi, por donde discurren los glaciares de algunas de las mayores montañas del Himalaya, como el Everest, el Cho Oyu, el Makalu, el Lhotse o el Nuptse. En total, unos 400 kilómetros cuadrados. No es mucho, ni llega a la centésima parte del área total, pero sí puede ser un indicativo de lo que sucede en toda la cordillera.
Los investigadores usaron los datos de temperaturas y precipitaciones de los últimos 15 años y tomaron medidas sobre el terreno de la situación y evolución de los glaciares para crear un modelo evolutivo de los mismos desde 1960 en adelante. Sobre este modelo, corrieron las llamadas rutas de concentración representativas (RCP, por sus siglas en inglés). Se trata de las trayectorias de emisiones de CO2 que los científicos creen más probables y que acabarán, a final de siglo, en un escenario más o menos cálido del planeta. Así, por ejemplo, la RCP 4.5 señala un aumento de entre 1,1º y 2,6º para el año 2100. Si no se hace nada por reducir las emisiones (RCP 8.5), la temperatura media global podría subir entre 2,6º y 4,8º, según los datos del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático.
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