Médicos que han salvado a Cuba de la CIA y sus cómplices
Los doctores en Medicina José Manuel Collera Vento, Eduardo Sagaró González, Pedro Luis Véliz Martínez y Carlos Leonardo Vázquez González (el agente Fernando recientemente salido a la luz pública) son de este tipo de seres humanos excepcionales
Seres humanos, ante todo, son también los agentes de los Órganos de la Seguridad del Estado. Asumen de manera extraordinaria el peligro de infiltrarse en las redes del enemigo para proteger al pueblo cubano, pero al mismo tiempo afrontan, desde la vida cotidiana, los retos que les impone su condición: ocultar la doble identidad, temer a ser descubiertos, arriesgarse a perecer en la contienda, lidiar con las relaciones familiares y laborales, tener la capacidad de transformarse en otro «yo», que no le corresponde en la realidad.
Los doctores en Medicina José Manuel Collera Vento, Eduardo Sagaró González, Pedro Luis Véliz Martínez y Carlos Leonardo Vázquez González (el agente Fernando recientemente salido a la luz pública) son de este tipo de seres humanos excepcionales. Además de dedicar sus vidas a la más humana de las profesiones, también militaron en ese ejército oculto, que enfrentó los planes dirigidos a atacar por todos los frentes e intentar derrocar a la Revolución Cubana, erosionándola desde adentro.
Experiencias personales y laborales forjadas a su paso por tan importante misión fueron transmitidas por estos cuatro galenos durante un encuentro con estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, efectuado recientemente en la Facultad de Ciencias Médicas Victoria de Girón, de la capital.
El doctor José Manuel Collera Vento, pediatra y Gran Maestro de la Masonería, recordó a los presentes cuando, infiltrado en organizaciones anticubanas como la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por su sigla en inglés) y en la Miami Medical Fundation, le propusieron la macabra misión de provocar un ataque cibernético en varios aeropuertos estratégicos de Estados Unidos, para luego poder justificar una intervención militar contra Cuba, como supuesta responsable de los actos.
A Eduardo Sagaró González, especialista en Gastroenterología Infantil, en el Hospital Juan Manuel Márquez, la contrainteligencia cubana le asignó la compleja tarea de controlar las actividades de comunicación de la Agencia Central de Inteligencia (cia) norteamericana en el territorio nacional. Había sido reclutado por personas al servicio del Gobierno de ee. uu. en Mozambique, cuando cumplía misión médica en ese país africano, con el propósito de develar todas las interioridades de la colaboración médica cubana en aquella nación.
En su labor –rememoró– llegó a montar en su casa del Vedado un centro de recepción de mensajes de la cia entre 1981 y 1987, hasta que le orientaron salir a la luz pública, luego de varios años de una arriesgada misión en la cual, incluso, transitó en dos ocasiones por el detector de mentiras, sin haberle podido descubrir su verdadera misión e identidad.
Pedro Luis Véliz Martínez, médico internista e intensivista, graduado en Guinea Bissau, llegó a ser uno de los llamados tanques pensantes de la otrora Oficina de Intereses de ee. uu. en La Habana (sina) y a presidir, entre 1998 y 2003, el Colegio Médico Independiente de Cuba, un grupúsculo con fines desestabilizadores dentro del sector sanitario en el país.
El imperialismo no ha cesado ni un momento en sus intenciones de desestabilizar a Cuba, hecho que corroboró el doctor Véliz Martínez ante el estudiantado presente en el intercambio, al contar que, infiltrado en las organizaciones enemigas, lo enrolaron en una operación denominada Despertando Sonrisas, dirigida a sacar niños supuestamente desahuciados por el sistema de Salud nacional para operarlos en el exterior, con el propósito de cuestionar la resolutividad y calidad de los servicios sanitarios cubanos.
Todavía afloran las emociones en el agente Fernando o doctor Carlitos, quien hace unos días salió a la luz pública para denunciar las verdaderas intenciones de la supuesta marcha pacífica de este 15 de noviembre, patrocinada por el Gobierno de ee. uu., y la mafia anticubana de Miami.
Carlos Leonardo Vázquez González, especialista en Medicina General e Integral y en Oncología, estuvo vinculado en su misión con las principales organizaciones contrarrevolucionarias, que operan dentro y fuera del país, lo cual le permite afirmar categóricamente que el carácter mercenario de esos grupos, supuestamente defensores de la democracia y de la libertad, está más que evidenciado.
A él lo prepararon –comentó– para, como profesor, penetrar en sus estudiantes e inculcarles ideas subversivas contra la Revolución, a fin de profanar la medicina cubana, la colaboración internacionalista y las investigaciones de los candidatos vacunales desarrollados por los científicos de la Isla.
Como mensaje a la juventud cubana y, en especial, al estudiantado, ante los tiempos actuales de ofensiva mediática e ideológica contra nuestra nación, exhortó a no dejarse confundir sobre las verdaderas intenciones del llamado «golpe suave» que el imperialismo norteamericano trata de materializar en Cuba, así como a revisar con sentido crítico la interacción en las redes sociales y las fuentes de información a emplear.
Tomado de : Granma
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