Diagnóstico precoz, clave para sobrevivir al cáncer pediátrico
“Llevo 7 años de tratamiento, no todos los días son iguales, algunos duelen, en otros solo juego” (Cáncer linfático 15 años)
Los primeros síntomas en ocasiones pasan desapercibidos, otras veces se hacen evidentes por el rápido deterioro. Cuando la familia se percata, las alarmas se disparan ante indicios que no parecen ser los de una simple dolencia, entonces: el hospital se vuelve sitio necesario.
Cada año las cifras de cáncer pediátrico aumentan, mundialmente se registran 260 mil casos anuales. La sintomatología varía dependiendo de múltiples factores: tipo de cáncer, tamaño y cantidad de tumores, enfermedades asociadas y las condiciones propias del sistema inmunológico del paciente.
“Sentí cansancio, frío y no tenía deseos de comer nada” (Sarcoma 6 años)
Los síntomas que puede presentar un infante son muy diversos, e incluso similares a cuadros que responden a enfermedades venéreas dígase: fiebre, cansancio o debilidad, pérdida de peso, escalofríos y mareos.
Sin embargo es importante prestar atención a otros cuadros más específicos asociados a la enfermedad, como bultos, moretones e infecciones, que a diferencia de los padecimientos y lesiones comunes, no mejoran por si solos sino que tienden a agudizarse con el tiempo.
Ante la variedad y peligro de esta patología, el diagnóstico precoz se convierte en la herramienta más efectiva; con el fin de lograr un tratamiento oportuno que brinde mayor esperanza de vida.
Es importante conocer que los niños prescritos con algún tipo de cáncer presentan combinaciones de síntomas variados al mismo tiempo. Ninguna de las señales que pueda presentar un infante de manera individual es concluyente para determinar que en efecto sea cáncer.
“Al cepillarme había sangre y tenía manchas oscuras en la piel como cuando me lastimaba jugando” Leucemia 11 años.
La leucemia o cáncer en la sangre es el tipo más común en los niños, la misma se clasifica en dos categorías fundamentales: Leucemia linfoblástica aguda por sus siglas (ALL) y Leucemia mieloide aguda (AML).
Los signos de alarma en esta enfermedad son: problemas para caminar o ponerse de pie, sangrados inusuales de nariz y encías, ganglios linfáticos inflamados, bultos sin dolor en el cuello, axilas, ingle y alrededor de los ojos.
Las leucemias infantiles de manera general se tratan con quimioterapia que a menudo incluyen esteroides.
“Cuando movía la pierna, sentía mucho dolor y me caía al jugar” (Osteosarcoma 8 años)
Este tumor óseo manifiesta dolor agudo en los huesos así como rigidez, inflamación y sensibilidad alrededor de estos, interferencia con los movimientos normales y tendencias a fracturas.
Para tratar esta enfermedad se usa la quimioterapia, terapia de radiación y cirugía para remover el tumor principal.
“La cabeza y la espalda comenzaron a dolerme, mamá se preocupó la noche que convulsioné” (Cáncer de cerebro 10 años)
Los síntomas en este tipo de cáncer tienden a ser confusos, esta característica causan cierta demora para la observación clínica del pediatra, ya que se asocian generalmente a virus, problemas neurológicos y trastornos emocionales.
Las convulsiones sin estar asociadas a fiebres es la mayor alarma, también presentan mirada fija, movimientos automáticos y repetitivos, problemas de equilibrio, cambios de personalidad e irritabilidad.
El tratamiento para esta enfermedad depende del tipo, grado y ubicación del tumor, de manera general suelen tratarse con radiación, quimioterapia y cirugía.
“Veía manchas y por momentos todo se tornaba oscuro”. (Retinoblastoma 8 años)
Esta neoplasia maligna asociada a las células de la retina del ojo, puede ocurrir en uno o ambos ojos. Los síntomas frecuentes son: color blanquecino detrás de la pupila, problemas con los movimientos oculares e irritación roja persistente.
El paciente suele manifestar cambios en la visión, observando distintas formas borrosas, destellos de luz y un punto oscuro en el iris que va creciendo, pierde la vista de forma repentina y manifiesta estrabismo.
El tratamiento para estos casos varía dependiendo de la etapa en la que se encuentre la enfermedad. Puede comprender desde Cirugías, tratamientos con radiación, láser, quimio y crioterapia.
Diagnóstico precoz
El cáncer infantil a pesar de presentar baja incidencia es la segunda causa de mortalidad a partir del primer año de vida, después de los accidentes.
Es importante tener en cuenta que el cáncer es una enfermedad que tiene cura, su temprana detección, diagnóstico y tratamiento determinan las posibilidades de mejora y aumentan considerablemente los pronósticos positivos.
Obtener resultados favorables depende en gran medida de una atención interdisciplinaria que incluya sectores como: cirugía, nutrición, salud mental y enfermería.
Es primordial para el personal de salud controlar la enfermedad a corto, mediano y largo plazo para llegar a la cura con el mínimo de secuelas posibles, logrando que el niño vuelva a su entorno desarrollándose sana y plenamente. Esto solo se logra a partir de un diagnóstico precoz.
El rol de la familia en la detección temprana
Cuando existe un caso de oncología pediátrica en una familia se produce un impacto emocional difícil de asimilar. Comienza una secuencia de incertidumbres y temores ante la posibilidad y confirmación del cáncer.
Mediar entre estas emociones, actuar de forma responsable y oportuna, serán la única garantía para lograr una atención precisa, que otorgue ventajas en aras de ganarle tiempo a la enfermedad.
Oncología pediátrica en el sistema de salud cubano
El sistema sanitario en Cuba mantiene un enfoque integral, que permite el correcto tratamiento del Programa de Control del Cáncer Infanto-Juvenil.
La atención a estos casos es multidisciplinaria, vinculando la atención primaria, secundaria y terciaria. Manteniendo la mira en un diagnóstico precoz a partir de los signos de alerta.
Ante cualquier síntoma persistente sin cuadro clínico preciso, acuda al médico. Su niño ganará tiempo y calidad de vida en la medida que se trate la enfermedad en el momento oportuno.
El hospital Oncológico de Santiago de Cuba y el Hospital Infantil Sur en su sala de oncología pediátrica, son los sitios que en la provincia atienden la enfermedad. Equipos conformados por diversos especialistas poseen todas las herramientas para brindar apoyo y cuidado tanto al paciente como a la familia.
Prevención y diagnóstico precoz son las únicas garantías para un tratamiento efectivo con mejores pronósticos.
Tomado de: SierraMaestra
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