Los investigadores estudiaron la relación entre el sistema inmunitario y el ritmo circadiano del organismo, conocido como reloj corporal. Los macrófagos, células inmunitarias que detectan y responden a sustancias nocivas, son capaces de desencadenar la inflamación como mecanismo de defensa mediante el ensamblaje de grandes complejos conocidos como inflamasomas.
“Cuando los macrófagos creen que es por la mañana, su activación del inflamasoma es más rápida y potente”, ha explicado la profesora Annie Curtis, investigadora principal del estudio.
“Esto significa que la respuesta inmunitaria se intensifica durante las primeras horas del día, un momento en el que estamos despiertos y es más probable que nos encontremos con desafíos ambientales, como lesiones o infecciones”, ha añadido.
Tomado de: https://boletinaldia.sld.cu