Este ha sido un año propicio para reconocer la labor de los médicos cubanos en distintos países, donde con su abnegada labor y alta calificación profesional, contribuyen a aliviar el dolor y las penas de los más necesitados, máxima enseñada  por  nuestro eterno Comandante Fidel Castro. Como merecido y justo el reconocimiento internacional, al ejemplo de Cuba en la preservación del principal derecho humano, que es el derecho a la vida.

Al final del año, al comienzo del Año Nuevo, decimos frases casi sin pensar. Es hora de pensarlas. Especialmente porque en 2020 los políticos, sus expertos y sus generales han convertido la vida en el valor supremo al que hay que sacrificar el disfrute de la misma.

Es un error, pues la vida es un bien, su importancia se debe a la dignidad de la persona y sólo por ello posee un gran valor.

Cuando la vida se convierte en valor absoluto, la vida carece de valor. ¿De qué sirve vivir si hay que renunciar a toda libertad y derecho, a toda dignidad personal y social? ¿Vivir por vivir, sin disfrutar de la vida?

La vida es un valor porque permite el disfrute del vivir. No es un retruécano. Es sobre la covid19.

“Médicos nuestros de cada día. A todo nuestro personal de la Salud., orgullo y fuerza de la nación dentro y fuera de las fronteras.

¡Feliz 2021!