Arbovirosis, el problema sanitario de Santiago de Cuba

Proyecto2En el último trimestre, Santiago de Cuba ha presentado una compleja situación epidemiológica, generada por la proliferación del mosquito Aedes aegypti, agente transmisor del dengue y de otras cuatro arbovirosis.

Y aunque se aplicó una estrategia intensiva de control entomológico, vigilancia epidemiológica y asistencia médica, aún la provincia no logra alcanzar los niveles óptimos en el control de la enfermedad viral. Al respecto, Alfredo Cintra Guerra, responsable de Vigilancia y lucha antivectorial en el territorio explicó que si bien se ha logrado reducir el brote de dengue en el municipio cabecera, en Palma Soriano y en San Luis persiste una situación de alto riesgo.

Los altos índices de infestación del vector en áreas de Salud de ambas demarcaciones demuestra la importancia de arreciar el enfrentamiento al mosquito.

Reducir la probabilidad de enfermar en esos territorios, no solo es responsabilidad de Salud Pública –que ha demostrado la idoneidad de la estrategia seguida en el tratamiento intensivo de zonas con alto riesgo epidemiológico. Ahora es el momento de prevenir desde el hogar, desde el barrio y el centro laboral, pues el combate contra este insecto se gana con el enfrentamiento popular.

El dengue puede desencadenar complicaciones graves y ocasionar la muerte en una población, como la nuestra, que durante décadas ha sufrido el azote de diferentes serotipos del virus causante de esa afección.

Para los santiagueros el mosquito es un “viejo conocido” y para nadie es un secreto cómo evitar que viva y se reproduzca en el hogar. Basta poner en práctica un grupo medidas simples pero muy eficaces para no permitir que la casa, el centro de trabajo y el barrio sean lugares propicios para su proliferación.

Lo primero es mantener los depósitos de agua bien tapados; cambiar frecuentemente el agua de vasos espirituales y de los bebederos de animales, y cepillar estos recipientes antes de volver a llenarlos.

Hay que sembrar las plantas en tierra (nunca dejarlas en agua); enterrar neumáticos en desuso y guardar bajo techo y bocabajo latas, botellas u otros objetos que puedan contener agua, además se deben desechar aquellos que no vayamos a reutilizar.

Para mantener nuestro entorno libre de Aedes aegypti, debemos sanear patios, azoteas y los alrededores de la vivienda, y el centro de trabajo o estudios para eliminar la basura, el enyerbamiento y todo cuanto pueda representar un riesgo ambiental para la proliferación del insecto.

Es importante no botar el abate de los tanques; no arrojar desechos a la vía pública y realizar el autofocal familiar cada siete días para identificar los posibles criaderos artificiales y eliminaros.

Ante la presencia de síntomas como fiebre, malestar general, y dolores musculares, articulares, detrás de los ojos y de cabeza, debemos acudir inmediatamente al médico.

Recuerde –estimado lector- que no estamos fuera de peligro. Urge controlar el vector y prevenir su expansión hacia otros territorios, pues el dengue constituye un serio problema de salud.

Tomado de: SierraMaestra

 

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