La COVID-19 persistente se determinó utilizando el código de diagnóstico U09.9 o un fenotipo computable basado en síntomas y afecciones. La mayoría de las personas participantes en este estudio estaban infectadas con la variante ómicron.
El grupo de investigación, dirigidos por la Dra. Carolyn Bramante, maestra en salud pública, internista, pediatra y especialista en medicina de la obesidad de la
University of Minnesota Medical School, en Minneapolis, Estados Unidos, simularon un ensayo controlado aleatorizado de metformina frente a control utilizando la base de datos de las historias clínicas electrónicas de la National COVID Cohort Collaborative (N3C).
La Dra. Bramante dirigió un ensayo controlado aleatorizado previo, COVID-OUT, con 1.323 personas, que indicaba que metformina mostraba un posible beneficio para prevenir los componentes más graves de COVID-19. También dirigió una revisión de 2020, en la que examinó los historiales médicos electrónicos de adultos con diabetes de tipo 2 u obesidad.
El equipo de investigación descubrió que las mujeres que tomaban metformina antes de contraer COVID-19 tenían significativamente menos probabilidades de morir tras ser hospitalizadas, aunque en los hombres no se observó el mismo efecto protector.
En otro ensayo aleatorizado de 20 personas observaron que 60 % de los que tomaban metformina frente a 100 % de los que recibieron placebo presentaban una carga viral detectable de SARS-CoV-2 al cuarto día.
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