Después de lustros de justas negociaciones y a la zaga de una trayectoria que se dibuja de orgullo en el rostro de las generaciones de médicos que se formaron bajo su rigor, el doctor Emilio Alfonso Lastre Arrieta recibe la condición de profesor emérito, como reconocimiento del ministro de Educación Superior, y se convierte en el primer galeno tunero con tales distinciones.
El homenaje se extiende como rúbrica a sus méritos personales y a la destacada trayectoria que lo signa en los salones de clases. Con igual fidelidad le antecede toda una vida dedicada a hurgar en la Psiquiatría, desde las principales afecciones y los derroteros que más mueven y convocan a la población del Balcón del Oriente Cubano.
Lastre, como cariñosamente lo conoce todo el sector de la Salud, es fundador de la docencia en Las Tunas con un rico currículo, en el que despuntan tres líneas de investigación terminadas. Avala su cabello encanecido el Premio Anual de Salud, máxima distinción entre las filas de batas blancas y varios reconocimientos provinciales en su bregar académico…