El espíritu de Martí está ahí, en la luz del sol incluso en estos días invernales. En Martí hay una autenticidad, una actitud virtuosa, una pureza, una forma de ver la vida tan generosa, tan noble, pero tan auténtica, que estremece. Es así como los jóvenes sienten a Martí en estos tiempos, jóvenes que a la vanguardia de la Revolución no dejan que al Apóstol muera.

Recordar que Martí estuvo en la preparación de la guerra del año del 95, levantó el ánimo de los cubanos recordando las glorias de la guerra del 68 y a los grandes poetas. Tuvo que hacer realmente una especie de panorama para los propios cubanos, sobre sus antepasados cercanos, para que no sintieran que estaban destinados al exilio definitivo, al destierro, a la pobreza, a no tener Patria.

En la Facultad de Medicina no 1 la FEU y la UJC celebraron la acostumbrada Cena Martiana el pasado día 24 en la tarde y el 26 se realizó el Seminario Juvenil Martiano de base, con la presentación de excelentes trabajos que abordan la impronta de José Martí en diferentes facetas. Estudiantes y profesores colocaron una ofrenda floral en el busto del Apóstol en la entrada de nuestra institución.

Redactado por: Lic. Mirelna Mendoza Ruiz. Departamento de Extensión Universitaria